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A pesar del impulso por alternativas, el diésel aún domina los compresores móviles
14 mayo 2025
La potencia diésel sigue siendo dominante en diversas aplicaciones de equipos todoterreno, incluyendo los compresores de aire móviles. Al igual que el propio motor diésel, los compresores móviles han proporcionado potencia neumática constante y fiable en obras de construcción de todo el mundo durante más de un siglo.
Si bien el valor que aportan es indiscutible, las emisiones de los motores diésel que los impulsan siguen siendo una preocupación en el camino global hacia el cero neto. Existen alternativas, como la energía hidráulica y la toma de fuerza (PTO). Sin embargo, estas requieren que el compresor esté montado sobre un soporte, lo que las convierte en soluciones más especializadas. Sin embargo, para aplicaciones móviles, el compresor diésel sigue siendo un pilar fundamental, difícil de reemplazar.
Sin incentivos de reemplazo

Los motores diésel todoterreno más recientes que operan a ambos lados del Atlántico cumplen con las normativas de emisiones Stage V de la UE y las normas Tier 4 Final de EE. UU., las más estrictas del mercado. Sin embargo, esto no significa que no sea necesario seguir trabajando en la reducción de emisiones de los equipos que los utilizan.
En cuanto a los compresores móviles, un desafío radica en que, si bien los fabricantes de equipos originales (OEM) que venden las máquinas solo pueden comercializar modelos que cumplen con la normativa vigente sobre emisiones, no existen incentivos para retirar gradualmente los modelos antiguos con motores que no cumplen con las normativas. Esto significa que los compresores diésel más antiguos, con emisiones más contaminantes, pueden seguir funcionando indefinidamente.
Para máquinas de alta calidad con mantenimiento regular, esto significa una vida útil efectiva de hasta 15 años. En el caso de compresores de aire grandes, algunos fabricantes de equipos originales (OEM) ofrecen programas de remanufactura con certificación de fábrica que extienden la vida útil del producto, devolviéndolos a condiciones como nuevos. Esto incluye un motor del mismo nivel de clasificación que el que tenía originalmente la unidad. Si bien contribuye a una economía más circular, no reduce los contaminantes.
Por lo tanto, los incentivos gubernamentales destinados a eliminar progresivamente los compresores con motores no compatibles contribuirían en gran medida a reducir la huella de carbono de la industria.
Opciones de energía alternativas
Los fabricantes de equipos originales (OEM) continúan buscando soluciones energéticas alternativas adecuadas para compresores móviles. Si bien la combustión de hidrógeno muestra cierto potencial, al igual que ocurre con muchas máquinas todoterreno, la electrificación parece ser la prioridad actual de la industria.

Un obstáculo para la electrificación de compresores móviles es la integración de baterías en el espacio disponible del equipo. Técnicamente, es posible, y algunos compresores se están fabricando con baterías eléctricas (BE). Sin embargo, este enfoque aumenta drásticamente el peso y el costo de los compresores.
Además, existe una cierta ansiedad por la autonomía asociada a los compresores BE en cuanto a los ciclos de trabajo y la capacidad de recarga rápida para un funcionamiento prolongado. Esto es especialmente cierto en el caso de los compresores de tornillo, que se utilizan en aplicaciones más exigentes y tienen ciclos de trabajo de hasta el 100 % en comparación con las unidades de pistón. Por lo tanto, la viabilidad de la energía BE es cuestionable para los compresores móviles.
Uso de energía (fuera de la red)
Sin embargo, las baterías no son la única solución para la electrificación. Los compresores de aire eléctricos podrían funcionar con la red eléctrica o con bancos de energía. Esto ya está ocurriendo en algunos casos. Sin embargo, este enfoque presenta ciertos desafíos operativos.

Tener que conectar la unidad a una fuente de energía eléctrica afecta negativamente la movilidad, lo cual, sumado al funcionamiento autónomo, es clave para usar un compresor de aire móvil en una obra. Los cables adicionales en una obra también resultan poco prácticos y podrían representar riesgos innecesarios de tropiezo.
Sin embargo, quizás la mayor preocupación sea la cantidad de flujo de corriente disponible para accionar el compresor de aire. Para funcionar a la potencia nominal, un compresor de aire suele requerir un suministro de al menos 63 A. Sin embargo, este suministro no suele estar disponible. Es más común encontrar un suministro de 32 A, pero esto puede tener un impacto negativo. La tecnología de variador de velocidad (VSD) puede compensar el menor amperaje, pero la potencia y el rendimiento del compresor de aire podrían no alcanzar sus valores nominales. El rendimiento se verá aún más afectado con un suministro de 16 A.
Dada la continua búsqueda de cero emisiones netas a nivel mundial, los fabricantes de equipos originales (OEM) de compresores de aire móviles seguirán explorando fuentes de energía alternativas al diésel, incluida la electrificación. Sin embargo, las dificultades para adoptar estas alternativas implicarán que los motores diésel seguirán desempeñando un papel fundamental en la alimentación de estas máquinas.
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